Tras finalizar nuestra estancia en Morella, fuimos a comer a Cinctorres donde conocimos a Maria, madre de un amigo mío que es de este pueblo. Fue muy divertido hablar con ella y dar un paseo por las tranquilas calles. Pudimos visitar la iglesia que nos impresionó porque es realmente grande. Como vereis los gatos de Cinctorres están encantados con las siestorras que disfrutan en plena plaza Mayor.
2 comentarios:
Espero que tu chico te llevase a un buen sitio para comer.Y que te cuente la repisa junto a la casa amarilla donde al Kaliko le dio un ataque de lumbalgia del esfuerzo.
Pues si, el sitio para comer ya lo conoces si no me equivoco...muy bien. Lo de la casa amarilla, ya investigaré a ver de que va eso. Besets!!!
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